Rol de las proteinas desacoplantes UCP1, UCP2 y UCP3 en el gasto energetico, diabetes tipo 2 y obesidad. Sinergismo con la tiroides.
El descubrimiento de la grasa parda y de la proteína desacoplante-1 (UCP1) demostró la importancia de este tejido para la regulación del consumo energético en mamíferos. La proteína desacoplante-2 (UCP2) se expresa en muchos tejidos y tendría una acción protectora de la función celular, al preservar el potencial de membrana afectado por el superóxido. La proteína desacoplante-3 (UCP3) estaría vinculada a la producción de calor, facilitando la combustión de ácidos grasos en la cadena respiratoria mitocondrial, pero no parece participar en el control del gasto energético. El exceso de UCP3 en ratones transgénicos disminuyó la grasa corporal y aumentó la sensibilidad a la insulina seguido de hipoglucemia, sugiriendo así un futuro, hipotético uso de esta proteína en la diabetes 2 y en la obesidad. Los estudios que se realizan sobre estas proteínas y sobre hormonas del tejido adiposo blanco como la leptina, adiponectina, resistina, de péptidos hipotalámicos como neuropéptido Y, CRF, hormona alfa-melanocítica y péptidos regulados por cocaína y anfetamina (CART), muestran resultados promisorios para una futura aplicación en el control del gasto energético en humanos y con ello en la prevención o el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2.
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